Agrobiodiversidad e innovación en Tapalpa.
Apuntes sobre las reuniones de Rainforest Alliance bajo el programa piloto de LandScale en México a aplicarse en la sierra de Tapalpa.
por Victor Figueroa Infante
Contexto: Durante los últimos dos años, desde octubre de 2020 a octubre de 2022, autoridades del gobierno del estado de Jalisco, y representantes de los gobiernos municipales de Tapalpa, Chiquilistlán, San Gabriel y Atemajac de Brizuela, han sostenido reuniones con la sociedad civil, empresarios de inmobiliarios, del sector turismo, ganaderos, ejidatarios y de la agroindustria, para crear un comité local que accione en base a una iniciativa o estrategia internacional de Rainforest alliance llamada LandScale, programa piloto que por primera vez se aplica en México, en la sierra de Tapalpa, el cual busca la conservación de la biodiversidad e interacción sostenible de las actividades humanas y la naturaleza. Esta iniciativa se está llevando a cabo en otros 13 países y es cofinanciada por la agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Rainforest Alliance, Verra, y la BHP Foundation.
Palabras clave: Monocultivo. Policultivo. Biodiversidad. Agroindustria. Seguridad alimentaria. Agrobiodiversidad. Cuamil. Desiertos verdes
El estudio publicado por el equipo de LandScale sobre la densidad, y progreso actual del daño ambiental local causado por la actividad voraz humana en todos sus sectores económicos, pone en evidencia lo anticuado de las prácticas arcaicas que aún mantiene el sistema económico a nivel local y global. Este estudio nos invita a accionar sobre los cambios necesarios que debemos hacer si deseamos mantener una calidad de vida y una economía sana que en lugar de destruir y controlar, construya y enriquezca la vida humana y la biodiversidad. Problemas de antaño en la región como la corrupción, cambios de uso de suelo, tala clandestina, agroindustria que acapara los mantos acuíferos, el turismo desmedido y el sector inmobiliario irregular son los principales factores que se analizaron en el estudio publicado por la iniciativa de LandScale. Cada uno de estas actividades en la mayoría de los casos ponen como prioridad la ganancia de dividendos antes que la conservación y enriquecimiento de aquello que hace que sus actividades económicas existan y sean rentables, i.e. los bosques, los suelos y la biodiversidad en la naturaleza.
Debemos aprovechar el cambio de época en que vivimos para realizar un cambio positivo en nuestros paradigmas y sistemas de pensamientos. El desplome inminente del sistema financiero es cada vez más evidente y cercano, a su vez que el desgaste de la biosfera por la actividad inconsciente y voraz que devasta la biodiversidad a costa de obtener el mayor capital nos ha llevado hoy a la inevitable decisión de mantener los actuales paradigmas que han demostrado ser dañinos para la vida en la tierra, incluida la vida humana, o la de realizar un cambio en los sistemas de pensamiento y prácticas productivas en todos los sectores económicos locales en un corto plazo, si es que aún deseamos seguir conservando lo que queda de bosques y biodiversidad en la sierra de Tapalpa. Acciones locales con perspectivas globales fue una de las frases que más resonaron en las reuniones sostenidas de LandScale en la región.
Para realizar un cambio de paradigma de raíz es necesario la creación de nuevos conceptos e indicadores basados en métodos científicos que garanticen la rentabilidad del negocio como a su vez la conservación de la biosfera a nivel global. En el caso de los agronegocios se requiere la planificación de una transición del mono al policultivo, comenzando a ejercer este plan en las las parcelas que ya estén en uso para cultivo y no desmontar más bosque para estos fines. Las parcelas deben estar contabilizadas con el fin de medir y generar un aumento de agrobiodiversidad por metro cuadrado en los suelos agrícolas actuales de los cuatro municipios en donde LandScale plantó sus objetivos.
Las empresas de la agroindustria tendrán que modificar sus almacenes, herramientas, métodos de producción, e incluso aplicación de nuevos tecnologías para crear un nuevo modelo de negocios y producción de acuerdo a las sinergias entre cultivos, adecuándose a nuevas cadenas de venta y distribución para lograr generar dividendos iguales o mayores con la transición del mono al policultivo específico. El modelo de negocios del policultivo y el aumento de la agrobiodiversidad en las prácticas agrícolas podrá disminuir a más de la mitad la dependencia de los campesinos a los fármacos y químicos aplicados a la tierra, y por ende aumentar la salud de los suelos a largo plazo para con ello garantizar la seguridad alimentaria a todos los habitantes de la región, surtiendo a los tianguis y mercados con lo que los mismos suelos sanos de la región pueden producir para y por las personas de Tapalpa .
La creación de un índice de agrobiodiversidad como método científico para crear suelos y paisajes sostenibles para la seguridad alimentaria del futuro es un índice creado en la Declaración de Nueva Delhi sobre el Manejo de la Diversidad Biológica Agrícola, adoptada durante el primer Congreso Internacional de Agrobiodiversidad, celebrado en noviembre de 2016. Apoyándonos en los estudios hechos por LandScale en Tapalpa, y concibiendo el potencial de innovación del cual nuestra región puede ser ejemplo a nivel mundial, es totalmente viable la creación de este indicador en nuestra región el cual pueda estar respaldado desde el cabildo de los cuatro municipios, i.e. Tapalpa, Atemajac de Brizuela, Chiquilistlán y San Gabriel, municipios que podrán trabajar en una normativa regional para la creación de un índice de agrobiodiversidad que ayude principalmente a concebir un plan a largo plazo para la soberanía alimentaria de la región, en donde se vuelvan a surtir los tianguis y mercados de las hortalizas, frutos y semillas de calidad, que se producen en los suelos trabajados por la gente en la región Es una ironía que teniendo suelos tan ricos, los tianguis y mercado se encuentren tan pobremente surtidos, y que a la fecha exista una dependencia alimentaria desde la central de abastos en Guadalajara, o de Ciudad Guzmán.
Este indicador de agrobiodiversidad local, puede tomar las bases del ya redactado en Nueva Delhi y aplicarse por el comité local de LandScale, el cual puede servir para monitorear la conservación y el uso de la biodiversidad agrícola en la sierra de Tapalpa, para asegurar la transición paulatina del mono al policultivo a nivel regional sin causar un perjuicio a empresas, pero buscando la sostenibilidad de los suelos a largo plazo y garantizando la seguridad alimentaria. Tapalpa y la región pueden ser un ejemplo de innovación en este sentido, sin embargo este indicador debe aplicarse tanto a nivel local como a escala global, y con ello la humanidad seremos congruentes con el objetivo sostenible cuatro en los desafíos de la UNESCO en su agenda para 2030.
No solo los agronegocios internacionales que operan localmente en la región pueden aportar para el aumento en la densidad de la agrobiodiversidad y el bienestar de los suelos, sino también el gobierno estatal, municipal y la población en general. El gobierno al actualizar y crear leyes, normativas y programas que permitan colocar a los lotes baldíos, tierras en conflicto, parcelas intestadas y otros terrenos ociosos con los que cuente el municipio para la implementación pública de coamiles por barrio ayudaría en incentivar una conciencia y acciones concretas en este sentido. Especialmente aplicando este programa para las escuelas de educación básica que operan en las cabeceras municipales, imitando a los programas de huertos urbanos en las metrópolis, en donde se fomente a los niños y la vecindad local a incidir con acciones prácticas en su cotidiano a sembrar el coamil, una práctica nativa mexicana de las más avanzadas para garantizar la agrobiodiversidad y la propia seguridad alimentaria, la de su barrio y su familia.
Quizá requiera de acciones colosales para estructuras obsoletas que aún existen en las normativas de la economía global, el gobierno y las prácticas de acaparamiento y control empresariales, sin embargo es inevitable considerar seriamente la fragilidad con que subsiste aún la biodiversidad y el ecosistema en estos municipios y de lo mucho que esa fragilidad depende nuestra propia vida. La sierra de Tapalpa sirve como un corredor biológico que conecta la sierra de Quila y el nevado de Colima, con la Costalegre de Jalisco, y cualquier desbalance en el ecosistema entre estos corredores puede influir directamente en la desaparición de especies endémicas, como algunas especies de axolote y otras mamíferos.
Si somos congruentes con la intención de preservar la biosfera y coexistir en armonía con la naturaleza sin depredarla, se requiere un cambio radical en las prácticas agrícolas a nivel mundial en donde el monocultivo este considerado como una práctica a evitar, regulada en caso de ser practicada, y aplicada sólo en pequeña escala bajo condiciones específicas que no degraden la riqueza de los suelos, no provoque dependencia de fármacos, y garantice la autonomía y la seguridad alimentaria para las venideras generaciones, La práctica del monocultivo se aplica desde la invención de los químicos para los agronegocios a escala global por lo que en Tapalpa y el mundo se están generando los llamados desiertos verdes, zonas extensas de monocultivo propensas a plagas por su poca biodiversidad, cuyo objetivo es la venta al mercado global, ya que los agronegocios en su mayoría utilizan su producto como una mera mercancía para obtener dividendos, y no lo consideran al alimento como un derecho y necesidad básica humana. Especulando y controlando la alimentación mundial por medio de la venta de semillas, fórmulas y fármacos como único medio para enriquecer sus empresas.
Cambiar los esquemas de producción mundial de todas las transnacionales de los alimentos de mono a policultivos implica negociaciones en las políticas globales que actualmente se están llevando a cabo casi de manera obligada por la actual situación bélica de uno de los mayores productores de semillas en el mundo, Ucrania.
Por lo que estamos en el momento indicado de realizar los cambios radicales y contundentes necesario que nos lleven a una transición local del mono al policultivo, claro que esta transición llevará su tiempo, sin embargo se requiere empezar lo antes posibles antes de que la agroindustria destruya su propio alimento, que son los suelos. Por ello hacemos énfasis en la creación de un modelo de producción agrícola radicalmente diferente en donde alimente a la población a su vez que enriquece la biodiversidad. Incluso este nuevo modelo de negocios podría generar igual o mayores dividendos para las empresas que se dediquen a innovar en la agroindustria, a su vez que realizan descubrimientos sobre las sinergias entre cultivos y por ende se fijen diversidad de nutrientes en el suelo que ayuden a su enriquecimiento y conservación de la biodiversidad a la largo plazo. En resumen se puede definir lo siguiente:
- Es necesario reformar los sistemas alimentarios si queremos que alimenten a la población al tiempo que cuidan del medio ambiente.
- La biodiversidad agrícola constituye una fuente de alimentos nutritivos aceptados culturalmente desde tiempos milenarios en México, como ejemplo de su funcionalidad, practicidad y belleza tenemos el cultivo del cuamil, que implica, el frijol, la calabaza, el chile y el maíz, además de otros sistemas nativos de agrobiodiversidad y manejo majestuoso del agua, como son las llamadas chinampas, estos sistemas agrícolas mexicanos requieren de pocos o nulos insumos químicos y poseen unas cualidades importantes para el mejoramiento de cultivos nutritivos, razas de ganado con tolerancia al clima y generan altos indices de agrobiodiversidad.
- La biodiversidad agrícola es ya un componente clave de los sistemas agrícolas y ganaderos a nivel mundial.
- El Índice de agrobiodiversidad regional de la meseta de Tapalpa ayudará al comité local de LandScale y cabildos a la formulación de políticas regionales que fomenten el cuidado de los suelos, además ayudará al sector privado a evaluar las dimensiones de la biodiversidad agrícola con miras a innovar sus sistemas de producción y orientar las intervenciones y las inversiones hacia sistemas alimentarios sostenibles a largo plazo.
En este sentido Tapalpa tiene el potencial ahora de ser un ejemplo en el mundo, teniendo el foco de la escena mundial al ser una de las zonas 12 estratégicas en el mundo en donde se aplica el programa de LandScale, ya que como se dijo anteriormente, en todo México solo existe este estudio es en la sierra de Tapalpa donde organizaciones como Rainforest Alliance ha realizado un financiamiento para la realización y publicación de estos estudios que demuestran la fragilidad actual el ecosistema y la urgencia necesaria en la toma de acciones colectiva en un corto plazo.
Todas las normativas, leyes estatales y locales de Jalisco que se vean implicadas en la conservación del medio ambiente y la interacción armónica con el ser humano con la biosfera deben ser deben ser actualizadas, y congruentes con los compromisos hechos por los actores en las mesas de diálogos sostenidas por el comité local de LandScale en al sierra de Tapalpa.
Esperemos que más allá de los certificados internacionales que pueda otorgar la Rainforest Alliance a la agroindustria que opera en la región, se busque una congruencia y un cambio radical de paradigmas en los métodos de producción de alimentos, el cual pueda ser analizado como propuesta en la próxima sesión de enero de 2023 en Chiquilistlán para sembrar la semilla de la innovación tapalpense y que con ello se genera una actuación articulada de todos los actores involucrados, que sea concurrente y de beneficio común para todos los sectores, acciones conjuntas que vean primero por la conservación de la biodiversidad como la garantía para sostener nuestra economía a largo plazo, la propia subsistencia y la autonomía en la producción de alimentos como un derecho del género humano.
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